Viaje a la igualdad de edad

¡Hola Hola Oretani@s!

Por si hay algún despistado por ahí que todavía no lo sepa, hoy es el Día Internacional de las personas de la tercera edad. Por eso, hemos decidido hablar sobre la relación directa que existe entre la discapacidad y la tercera edad.

El envejecimiento es un proceso natural que lleva consigo cambios a nivel físico muy variados, por lo que no es una locura pensar que pueda tener más repercusión en la vida de las personas  con discapacidad, aunque es un terreno que aún está por estudiar. Está comprobado que hay cosas en común que suceden a todas las personas que envejecen, aunque hay ciertos aspectos que no lo son cuando se envejece con una discapacidad. Por eso, hay que prestar especial atención a las personas de este colectivo, para solicitar los apoyos adecuados desde los organismos públicos, con el fin de ayudarles a solucionar diferentes problemas que puedan surgir y cubrir sus necesidades.

Cada persona tiene su forma de envejecer con características personales y sociales diferentes. Esta situación ocurre con independencia de que una persona alcance los 65 años con una determinada discapacidad.

Por lo que nos gustaría proponer una serie de acciones para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad mayores:

  • Promover una participación activa en la comunidad donde viven, con el fin de evitar el aislamiento social y sean capaces de tomar sus propias decisiones y elecciones sobre su vida diaria.
  • Asegurar el acceso a los servicios y programas de promoción de la autonomía personal (rehabilitación, terapia ocupacional, etc.), para de prevenir la dependencia. Como el programa SEPAP de la ONG Oretania CR 
  • Crear grupos de autoayuda entre personas mayores con el fin de intercambiar experiencias y aumentar el apoyo emocional, así mismo se evitan sentimientos de soledad.
  • Acercar las redes sociales a las personas mayores con discapacidad, ya que es una herramienta de comunicación e intercambio de experiencias. Así mismo, la comunidad puede fomentar el desarrollo de talleres informativos y prácticos relacionados con las tecnologías de la comunicación.
  • Posibilitar el acceso a la jubilación anticipada de determinadas personas con discapacidad en procesos de envejecimiento que aún no la tienen.
  • Crear itinerarios y protocolos específicos de atención sanitaria, para personas con discapacidad, mayores de 65 años y formar a profesionales de la salud sobre las necesidades sanitarias de este grupo.
  • Incidir en una vida sexual activa. Facilitar recursos o apoyos que permitan que hombres y mujeres con discapacidad puedan tener una vida sexual plena a lo largo de toda su vida y, por supuesto, en su vejez.
  • Fomentar actividades saludables y accesibles para que las personas mayores con discapacidad se mantengan activas, física e intelectualmente.
  • Educar a la familia sobre la convivencia con una persona mayor con discapacidad.
  • Aumentar el número de centros de día y residencias para mayores con discapacidad, con formas de convivencia flexible. Como la Residencia Vicente Aranda 
  • Mayor oferta de servicio de transporte público, accesible y económico, en sitios rurales para que las personas mayores y con dificultades de movilidad puedan participar de forma autónoma en la vida familiar y de la comunidad.
  • Promover que las personas mayores con discapacidad y con experiencia laboral participen en la orientación laboral de jóvenes que quieran incorporarse al mercado laboral.
  • Crear actividades de ocio accesibles y adaptadas.

Nos encontramos ante uno de los principales retos de este nuevo siglo, si queremos conseguir que las personas con discapacidad, mayores, sean miembros plenos de la sociedad en la que vivimos, objetivo que se alcanzará cuando se pongan en prácticas las anteriores acciones propuestas, y ayudará a que las personas mayores con discapacidad, alcancen el máximo nivel de autonomía e independencia.

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